Desde pequeño no me ha gustado peinarme. Tampoco me gusta ir al peluquero.
Cuando tenía pocos años ir a cortarme el pelo era un suplicio (para mis padres y para mí). Les decía que me dolía. Por ese motivo llevaba el pelo largo (tipo príncipe de los cuentos).
Ahora que soy adulto me lo rapo en casa.
La sensación misma de peinarme...... no la soporto!!!
Cuando tenía pocos años ir a cortarme el pelo era un suplicio (para mis padres y para mí). Les decía que me dolía. Por ese motivo llevaba el pelo largo (tipo príncipe de los cuentos).
Ahora que soy adulto me lo rapo en casa.
La sensación misma de peinarme...... no la soporto!!!