Edito: Perdón por el tocho.
Dicese que los sueños pueden significar muchas cosas, por ejemplo, cuando sueñas con aguas tranquilas significa que vienen buenos tiempos, cuando se sueña con mosca anuncia infelicidad o enfermedad contagiosa, cuando se sueña, dicese que el subconsciente nos manda mensajes. Los sueños son cosas del subconsciente, pese a que a veces cuando se los contaba a mi abuela, me decía "no sueñes eso".
Pero esta noche he tenido un sueño, de esos dónde te mentes en la piel de otros. Y era un sueño que me sentí "dulces sueños". No estoy orgulloso de ser un TEA, pero hacerme neurotípico... La verdad que me daría miedo volverme en un acosador, en una mala persona, en un timador, en un drogadicto o en un fiestero, o preferible suspender por tener necesidades especiales que por ser un vago, o tener una personalidad que no me gustaría tener. No me mola tener TEA, es algo que no se lo deseo tener a nadie, ni TDAH, ni Sindrome de Down ni TOC. Tal vez sea que tenga una imagen mala de los NT's, o que no los vea como seres superiores a nosotros.
Pero este sueño fué diferente, ya que soñaba que era futbolista. No un Cristiano Ronaldo, ni un Leo Messi, ni un Andrés Iniesta. Tal vez de la talla de Antoine Griezmann, de Iker Muniain o de Pedro Rodríguez. Será de otra frustración de TEA, ya que comencé jugando al futbol y al balonmano, deportes que dejé por darseme mal (cuando para una cosa no se vale, no se vale y punto. Algunos les entrá el "afán de superarse", pero cada uno tiene sus puntos fuertes y los deportes no lo son). Será también que mi padre jugó al futbol (en regional).
Yo empecé a jugar al futbol en el equipo de barrio que empezó mi padre. Jugaba todos los partidos. Recuerdo que jugaba de lateral derecho, aunque a veces subía al extremo. Era un lateral con velocidad, facilidad de llegada, creativo y con gol.
Cuando iba a entrenar, recuerdo a veces las broncas de los entrenadores, pero no me afectaban tanto como me afectarían en la vida despierta. Recuerdo el instituto o el colegio, no era acosado, era una persona mas, no tenía problemas, tonteaba de vez en cuando con las chicas, pero no lo recordaba como un trauma ni como una agonía. Recuerdo que jugar era lo que más me apasionaba, y entrenar. Mi madre me reñía por los estudios. Era una persona que aprobaba, pero no con 10's, sinó con 5's y 6's.
Un buen día, había hecho un partido. No era una persona ingenua ni con falta de pillería como lo soy en la realidad. Al terminar ese partido, el entrenador me decía que un señor quería hablar conmigo. Era un ojeador del Valencia CF, diciendome que me quería llevar y que jugase en ese club. Recuerdo como hacía la maleta, y mi madre me miraba con los ojos llorosos. No quería que me fuese, se mezclaba como una sensación de pena con la de que, la vida se resolvía.
En Valencia, me quitaba la ESO y entrenaba. Recuerdo que aquel camino era duro, muy duro. Pero no llegaba a traumatizarme como me traumatizaría en la vida despierta. Jugaba partidos y muchas veces destacaba. Cuando llegué al juvenil, una lesión se cebó de mí. Estuve mal, muy mal, pero con ganas de que pasara la lesión de una vez para seguir. En la vida despierta, me acojonaría y lo dejaría. Fué una lesión del cruzado, algo muy jodido para los futbolistas.
Cuando volví al campo de juego, volví con la mayor fuerza posible y otra vez tengo que dejar el Valencia juvenil, pero esta vez porqué me llamán del primer equipo para jugar y entrenar. Recuerdo que me entrenaba Nuno Espirito Santo, y recuerdo a varios de los compañeros, como Paco Alcacer, Gayá, Nicolas Otamendi o Alvaro Negredo. Recuerdo mi debut, haciendo buenos partidos y como Mestalla coreaba mi nombre y era un idolo para ese estadio y equipo. Eran unos cuantos partidos. Se entrenaba duro, pero ya no era lo mismo. Lo que había era coña y hasta se pasaba bien. ¡Era feliz! Hacía goles. Jugaba la champions. Perdiamos pero siempre pensabamos en el partido siguiente.
Recuerdo cuando otros ultras me insultaban, y no tenía dispersión auditiva. Nada. Recuerdo como ganaba una copa del rey, metiendo un gol desde fuera del área.
Tras tres años vistiendo de ché, el Machester United me fichaba. Me iba al Reino Unido. Otra cultura. Otra gente. Salir de Galicia ya me acojona un mogollón, mas ir al extranjero. A un país por donde se conduce por el otro lado, otro idioma, otra cultura, otro todo. En sueños iba con ilusion y con ganas. Recuerdo a Louis Van Gaal. Una persona seria. No le gustaba mucho el pitorreo en los entrenamientos. Recuerdo a jugadores como Juan Mata, David de Gea, Wayne Rooney, Ander Herrera o Memphis Deepay. En la Premier League, recuerdo marcar mogollón de goles. Recuerdo los derbis contra el City. Recuerdo el ambiente. Recuerdo todo lo bonito que era.
Recuerdo que un buen día, el seleccionador de España (que curiosamente, no era Vicente del Bosque sinó Juande Ramos). Me llamaba para jugar un amistoso. Jugaba con la Selección. Marcaba algún gol, pero no tantos como de costumbre. Era un jugador decisivo, pasador, pero habia un juego mas defensivo y yo apenas jugaba.
Un día llegó el Mundial de Rusia de 2018. Recuerdo que la Roja llegaba hasta la final. No había marcado ni un gol con la roja, pero durante la final, recuerdo que chutaba a puerta y... suena la radio y despierto.
Ahí me dí cuenta que "ya me parecía a mí que era todo muy bonito". Volví a la realidad. Una persona que siente que no tiene la vida resuelta aún, que teme porqué no sea capaz de poder llevar una vida "digna", que tiene riesgo de quedarse en la calle y ser un vagabundo un día. Esa persona que ya no se marca metas altas ni sueños. Su unico sueño es el de comer todos los días y tener una casa en la cual pueda pagarse todos los gastos.
Volvía a mi vida, y seguía sin asumir bajar de aquella nube. No sabía si aquella pelota iba a entrar o no. Da igual.
Solo sé, que ni soy hincha del valencia, ni me gusta la selección. Sin embargo vivía hasta en otra forma de pensar, y pienso que mi TEA me condicionó más de lo que yo pienso.
Sueños que se rompen, sueños que se queman, que arden, que se quedan en fuego, en ceniza, en nada. Como muchos.
Estoy todo el día frustrado. Pienso ¿Esa podría ser mi vida si fuese neurotípico? En algunas cosas les detesto, pero en otras siento envidia. Esa envidia que dan ganas de suicidarse, esa envidia que en el fondo, a algunos les interesa para que nos suicidemos.
Llegué a la conclusión de que esa podría haber sido mi vida si fuese NT ¿Alguna vez llegasteis a pensar vosotros como sería la vuestra si no fueseis neurodivergentes?
Dicese que los sueños pueden significar muchas cosas, por ejemplo, cuando sueñas con aguas tranquilas significa que vienen buenos tiempos, cuando se sueña con mosca anuncia infelicidad o enfermedad contagiosa, cuando se sueña, dicese que el subconsciente nos manda mensajes. Los sueños son cosas del subconsciente, pese a que a veces cuando se los contaba a mi abuela, me decía "no sueñes eso".
Pero esta noche he tenido un sueño, de esos dónde te mentes en la piel de otros. Y era un sueño que me sentí "dulces sueños". No estoy orgulloso de ser un TEA, pero hacerme neurotípico... La verdad que me daría miedo volverme en un acosador, en una mala persona, en un timador, en un drogadicto o en un fiestero, o preferible suspender por tener necesidades especiales que por ser un vago, o tener una personalidad que no me gustaría tener. No me mola tener TEA, es algo que no se lo deseo tener a nadie, ni TDAH, ni Sindrome de Down ni TOC. Tal vez sea que tenga una imagen mala de los NT's, o que no los vea como seres superiores a nosotros.
Pero este sueño fué diferente, ya que soñaba que era futbolista. No un Cristiano Ronaldo, ni un Leo Messi, ni un Andrés Iniesta. Tal vez de la talla de Antoine Griezmann, de Iker Muniain o de Pedro Rodríguez. Será de otra frustración de TEA, ya que comencé jugando al futbol y al balonmano, deportes que dejé por darseme mal (cuando para una cosa no se vale, no se vale y punto. Algunos les entrá el "afán de superarse", pero cada uno tiene sus puntos fuertes y los deportes no lo son). Será también que mi padre jugó al futbol (en regional).
Yo empecé a jugar al futbol en el equipo de barrio que empezó mi padre. Jugaba todos los partidos. Recuerdo que jugaba de lateral derecho, aunque a veces subía al extremo. Era un lateral con velocidad, facilidad de llegada, creativo y con gol.
Cuando iba a entrenar, recuerdo a veces las broncas de los entrenadores, pero no me afectaban tanto como me afectarían en la vida despierta. Recuerdo el instituto o el colegio, no era acosado, era una persona mas, no tenía problemas, tonteaba de vez en cuando con las chicas, pero no lo recordaba como un trauma ni como una agonía. Recuerdo que jugar era lo que más me apasionaba, y entrenar. Mi madre me reñía por los estudios. Era una persona que aprobaba, pero no con 10's, sinó con 5's y 6's.
Un buen día, había hecho un partido. No era una persona ingenua ni con falta de pillería como lo soy en la realidad. Al terminar ese partido, el entrenador me decía que un señor quería hablar conmigo. Era un ojeador del Valencia CF, diciendome que me quería llevar y que jugase en ese club. Recuerdo como hacía la maleta, y mi madre me miraba con los ojos llorosos. No quería que me fuese, se mezclaba como una sensación de pena con la de que, la vida se resolvía.
En Valencia, me quitaba la ESO y entrenaba. Recuerdo que aquel camino era duro, muy duro. Pero no llegaba a traumatizarme como me traumatizaría en la vida despierta. Jugaba partidos y muchas veces destacaba. Cuando llegué al juvenil, una lesión se cebó de mí. Estuve mal, muy mal, pero con ganas de que pasara la lesión de una vez para seguir. En la vida despierta, me acojonaría y lo dejaría. Fué una lesión del cruzado, algo muy jodido para los futbolistas.
Cuando volví al campo de juego, volví con la mayor fuerza posible y otra vez tengo que dejar el Valencia juvenil, pero esta vez porqué me llamán del primer equipo para jugar y entrenar. Recuerdo que me entrenaba Nuno Espirito Santo, y recuerdo a varios de los compañeros, como Paco Alcacer, Gayá, Nicolas Otamendi o Alvaro Negredo. Recuerdo mi debut, haciendo buenos partidos y como Mestalla coreaba mi nombre y era un idolo para ese estadio y equipo. Eran unos cuantos partidos. Se entrenaba duro, pero ya no era lo mismo. Lo que había era coña y hasta se pasaba bien. ¡Era feliz! Hacía goles. Jugaba la champions. Perdiamos pero siempre pensabamos en el partido siguiente.
Recuerdo cuando otros ultras me insultaban, y no tenía dispersión auditiva. Nada. Recuerdo como ganaba una copa del rey, metiendo un gol desde fuera del área.
Tras tres años vistiendo de ché, el Machester United me fichaba. Me iba al Reino Unido. Otra cultura. Otra gente. Salir de Galicia ya me acojona un mogollón, mas ir al extranjero. A un país por donde se conduce por el otro lado, otro idioma, otra cultura, otro todo. En sueños iba con ilusion y con ganas. Recuerdo a Louis Van Gaal. Una persona seria. No le gustaba mucho el pitorreo en los entrenamientos. Recuerdo a jugadores como Juan Mata, David de Gea, Wayne Rooney, Ander Herrera o Memphis Deepay. En la Premier League, recuerdo marcar mogollón de goles. Recuerdo los derbis contra el City. Recuerdo el ambiente. Recuerdo todo lo bonito que era.
Recuerdo que un buen día, el seleccionador de España (que curiosamente, no era Vicente del Bosque sinó Juande Ramos). Me llamaba para jugar un amistoso. Jugaba con la Selección. Marcaba algún gol, pero no tantos como de costumbre. Era un jugador decisivo, pasador, pero habia un juego mas defensivo y yo apenas jugaba.
Un día llegó el Mundial de Rusia de 2018. Recuerdo que la Roja llegaba hasta la final. No había marcado ni un gol con la roja, pero durante la final, recuerdo que chutaba a puerta y... suena la radio y despierto.
Ahí me dí cuenta que "ya me parecía a mí que era todo muy bonito". Volví a la realidad. Una persona que siente que no tiene la vida resuelta aún, que teme porqué no sea capaz de poder llevar una vida "digna", que tiene riesgo de quedarse en la calle y ser un vagabundo un día. Esa persona que ya no se marca metas altas ni sueños. Su unico sueño es el de comer todos los días y tener una casa en la cual pueda pagarse todos los gastos.
Volvía a mi vida, y seguía sin asumir bajar de aquella nube. No sabía si aquella pelota iba a entrar o no. Da igual.
Solo sé, que ni soy hincha del valencia, ni me gusta la selección. Sin embargo vivía hasta en otra forma de pensar, y pienso que mi TEA me condicionó más de lo que yo pienso.
Sueños que se rompen, sueños que se queman, que arden, que se quedan en fuego, en ceniza, en nada. Como muchos.
Estoy todo el día frustrado. Pienso ¿Esa podría ser mi vida si fuese neurotípico? En algunas cosas les detesto, pero en otras siento envidia. Esa envidia que dan ganas de suicidarse, esa envidia que en el fondo, a algunos les interesa para que nos suicidemos.
Llegué a la conclusión de que esa podría haber sido mi vida si fuese NT ¿Alguna vez llegasteis a pensar vosotros como sería la vuestra si no fueseis neurodivergentes?