Releyendo en el foro, encontré un posteo de un padre averiguando sobre como conseguir amistades para su hijo aspie.
¿Sirve una gestión de terceros? Aunque se haga con toda la buena voluntad, creo que no es productivo.
Yo me recuerdo en la etapa de adolescente / Juventud como un lobo solitario, incomodo con todos, y las presiones desde mi familia para integrarme no las vivía gratamente. Siempre con terceros me sentía a la defensiva, con todo ese caudal de información no verbal que se me escapaba, con todas esas naderías tan fundamentales para los NT.
Y el problema era doblemente complicado cuando de ellas se trataba.
Mis vacaciones eran mochila al hombro y al medio de la nada (en eso, Argentina ayuda mucho, tenemos hermosas nadas), que si me cruzaba con alguien todo bien, buenos modales, pero a buscar mas lejos.
Quizás más que amistades, cabe buscar grupos de afinidad, grupos de pertenencia.
En mi etapa adulta, siempre la interacción social ha corrido por cuenta de mis parejas, y yo como un apéndice educado y silencioso, cuidándome siempre de no desentonar, pero en el fondo siempre incómodo y a la defensiva.
¿Sirve una gestión de terceros? Aunque se haga con toda la buena voluntad, creo que no es productivo.
Yo me recuerdo en la etapa de adolescente / Juventud como un lobo solitario, incomodo con todos, y las presiones desde mi familia para integrarme no las vivía gratamente. Siempre con terceros me sentía a la defensiva, con todo ese caudal de información no verbal que se me escapaba, con todas esas naderías tan fundamentales para los NT.
Y el problema era doblemente complicado cuando de ellas se trataba.
Mis vacaciones eran mochila al hombro y al medio de la nada (en eso, Argentina ayuda mucho, tenemos hermosas nadas), que si me cruzaba con alguien todo bien, buenos modales, pero a buscar mas lejos.
Quizás más que amistades, cabe buscar grupos de afinidad, grupos de pertenencia.
En mi etapa adulta, siempre la interacción social ha corrido por cuenta de mis parejas, y yo como un apéndice educado y silencioso, cuidándome siempre de no desentonar, pero en el fondo siempre incómodo y a la defensiva.