Cuando tenía 19 años recién cumplidos conocí a mi marido en un camping estando de vacaciones con mis padres, él tenía 22, había algo en el que me llamaba la atención, no era como los demás chicos, yo nunca había tenido novio, sí que ya había tonteado con alguno, pero nada serio, hacia un año que me dejaban salir, ir de discoteca con amigas, etc. La primera vez que lo vi fue el primer día que llegamos al camping llovió a cantaros y después de montar la tienda en la parcela, mi padre y yo nos fuimos a dar una vuelta, pasamos por el bar del camping, allí estaba él jugando al billar con unos amigos, cuando me vio pasar se quedó mirándome fijamente, como si hubiese visto una aparición, no sé cómo explicarlo, nunca me habían mirado así, yo mantuve unos instantes su mirada. Enseguida hice amigos allí de 16 a 19 años, pero él iba en otro grupo más mayores de 22 a 25, a veces coincidíamos en la playa, en el bar y también en partidos de fútbol que organizaban, nos mirábamos pero no hablábamos casi, un día había ido de excursión por los alrededores con mis padres y cuando regresamos al camping mis amigos no estaban, lo vi a él solo con unas extranjeras que no conocía y me acerque y le pregunté dónde estaban todos, me contestó que estaban en el pueblo (eran las fiestas) y no sé cómo le pregunte si me acompañaba, el respondió que sí, lo bueno del caso es que no me dijo que acababa de llegar él de allí.
Con todo esto quiero decir que fui yo la que dio el primer paso, desde ese día éramos inseparables, íbamos juntos a todos lados, le costó mucho darme el primer beso, él estaba acostumbrado a que eran las chicas las que daban ese paso, pues bien a mí me habían enseñado lo contrario.
Cuando se terminaron las vacaciones ya hicimos planes, él no vivía en la misma ciudad que yo, tampoco estábamos muy lejos, a unos 25 km, nos hicimos novios, mi familia lo veía tímido, prudente, poco hablador, inteligente, trabajador y muy buen chico. Yo notaba también todo eso, sobre todo cuando estábamos con más gente, con el tiempo, a raíz de estar conmigo fue abriéndose mas con la gente, más sociable, no sé cómo explicarme, fue como si se le hubiesen pegado cosas de mí, de mi forma de ser, de relacionarme, aunque yo era una persona tímida y vergonzosa.
Su familia era un poco peculiar o rara, así lo veía yo en aquella época, tiene 3 hermanos, 2 chicos y una chica, mi marido es el mayor, le sigue la chica, después otro chico y el pequeño que lo conocí con 5 años, el chico mediano me parecía muy raro, callado, salía poco, siempre con el ordenador, muy inteligente, pocos amigos, con un humor peculiar, igual que el de mi suegro y mi marido, no hablaba mucho, pero cuando lo hacía…, el pequeño un niño también muy inteligente, mucha memoria y un lenguaje no correspondiente a su edad, maniático en según qué. Mi suegra que en paz descanse, muy nerviosa, habladora, se notaba que no le hacían mucho caso en su casa, alguna vez de ir a comer a su casa y poner la comida en la mesa y decir que esta indispuesta e irse a acostar, nadie hacerle caso, yo sentirme violenta, como si para ellos fuera algo habitual, no mostrando preocupación ninguna, si preguntaba algo era como un tabú. El pequeño fue creciendo, en la etapa de adolescente mostró violencia contra la madre, fue diagnosticado de esquizofrenia, con medicación.
Siempre he creído que ha estado mal diagnosticado y mal medicado, que es asperger.
Al cabo de 6 años de casados, nació nuestro primer hijo a los 8 meses de gestación, fue por cesárea ya que no tenía contracciones y había roto aguas, no sabíamos el sexo hasta que nació, en todo el embarazo no se dejó ver, pero dentro de mí siempre supe que era un niño, con la niña no me pasó. Nació pequeñito, pero en poco tiempo pegó un gran estirón y se puso muy hermoso, siempre ha aparentado más edad, usaba dos tallas más, en el carrito casi no cabía, no por gordo, si no por grandote, empezó a andar a los 15 meses, muy torpón, con 2 años fue a la guardería y al poco tiempo nos llamaron, que el niño machacaba a los otros niños, que si la torpeza que tenía, etc., en fin que nos dijeron que lo lleváramos al CDIAP (Centro de Desarrollo Infantil y Atención Precoz) porque veían en el niño las profesoras actitudes y acciones que no eran como los otros niños. Nosotros al principio reaccionamos mal con las profesoras, siendo nuestro primer hijo no veíamos nada anormal o diferente, a parte de su torpeza. Fuimos donde nos dijeron y empezaron a observarlo, como iba evolucionando, etc. Realmente nos dimos cuenta que al niño le pasaba algo, fue cuando nació nuestra hija, él tenía 3 añitos y yo estaba en el hospital, mi marido estaba con el niño en casa y no sé qué hizo que le desmonto la habitación, al niño le dio un sincope, nunca se había puesto así, mi marido tuvo que poner todo en su sitio, tal como estaba para que se tranquilizara. También vi como había diferencias de la niña con él a medida que iba creciendo.
Empezó P3 en la escuela y revolucionaba la clase, para que cambiara el chip se lo llevaba el director a la clase de los más grades para que se tranquilizara, en fin que ese curso fue una cruz para la profesora. A los cuatro años empezamos a medicarlo porque tenía hiperactividad y déficit de atención, tomaba una pastilla a primera hora y otra cuando volvía de la escuela al mediodía, se notó mucha mejora, atendía y estaba más concentrado, lo malo era el efecto rebote cuando se le pasaba el efecto de la pastilla, todo lo que había acumulado salía de golpe, más adelante salió un nuevo fármaco que se administra una pastilla al día, ya lleva años tomándola, espero que algún día deje de tomarla, por el momento debido a los estudios no nos lo aconsejan.
Fueron unos años duros, de mucha paciencia, terapia, estudios, etc. Mucha gente no se da cuenta que es asperger, es leve a mi entender y por lo que he podido apreciar. No tengo ninguna duda de que es genético y es por la parte de mi marido, creo que él también lo es, que mi suegro lo es y mis cuñados también. Haciendo memoria mi hijo me recordaba de más pequeño a mi cuñado cuando lo conocí con 5 años.
Alguna vez le he insinuado a mi marido que si es asperger y no, dice que él no lo es, pero tiene muchos puntos en común con mi hijo, se parece mucho, y ahora con la edad no sé si se acentúan más o que, o es que está depresivo, que tampoco quiere aceptarlo, ni quiere ir a ningún sitio, la verdad que no estamos pasando por un buen momento como pareja, desde hace tiempo, pero cada vez que intento hablar con él se cierra en banda, en su mundo, que no lo presione me dice, que no tiene respuestas a lo que le ocurre, que es culpa suya, que igual tiene que estar solo. Nunca ha sido una persona muy cariñosa, pero bueno tampoco me podía quejar, pero es que ha llegado al punto de que somos como extraños compartiendo techo, no hay comunicación, no compartimos casi nada, hace tiempo si que compartiamos aficiones, pero él se ha ido apartando de todo, no puedo ni hablar de nuestra intimidad y lo que nos pasa, se agobia, se pone nervioso y siempre está a la defensiva conmigo, me puede ver llorando y como si no viera nada, antes no era así, también es más asocial, hasta con su familia. No sé si es que tiene una depresión y no quiere aceptar la posibilidad de que sea asperger, o se siente culpable por que nuestro hijo lo sea, yo no quiero que vaya al médico y lo diagnostiquen, sería absurdo, yo lo he conocido así, pero si él se aceptara quizás las cosas irían mejor, o que pidiera ayuda, incluso le he dicho de ir a terapia de pareja, ni hablar, no quiere. Le preguntas que ocurre, si es que ya no siente lo mismo por mí que yo por él, y no sabe, no contesta, se queda mirando al infinito, callado. Las respuestas que me da es que las circunstancias nos han llevado aquí.
El año pasado en vacaciones se fue cuatro días solo, con la excusa de un curso, me dijo que eran dos días, pero averigüe en realidad que era uno, solo el sábado por la mañana, él se marchaba en miércoles, le di la oportunidad de que me dijera la verdad, y el que el curso era el viernes y el sábado, cuando le dije que me mentía, que solo era el sábado reacciono como un niño pequeño, se puso muy nervioso y diciendo enfadado que él se iba, que haría ese viaje, yo le respondí que no le iba a privar de ello, pero que si me hubiese dicho que necesitaba estar unos días solo, que lo hubiese entendido, pero que me había mentido y eso me dolía. Estando allí me dijo que ya me explicaría cuando regresara lo que le pasaba, pues bien aún estoy esperando, y si le preguntas te dice que eso no me lo había dicho. Sé que no hay una tercera persona, pero estoy desesperada con esta historia y la que va ir al psicólogo soy yo, hasta ahora no me ha hecho falta, pero el cambio que ha hecho mi marido en casi dos años me preocupa mucho, me siento como si yo fuera algo malo para él, me evita, cuando intento hablar con él, acabamos discutiendo y él le invade una rabia, al menos es como lo siento yo, siempre está a la defensiva y girando la tortilla, es un especialista en eso, que todo recaiga sobre mi tejado, no se da cuenta, porque luego dice que no, que la culpa es de él, etc. Y sigo sin saber que le pasa, es inútil que hable, cuanto más lo hago, más se cierra en su mundo, más me ignora y si me da un beso al día, ya es mucho.
Perdonad que me haya extendido tanto y me dejo cosas. Gracias por leerme y si alguno puede darme algun consejo o darme su punto de vista lo agradecería.
Con todo esto quiero decir que fui yo la que dio el primer paso, desde ese día éramos inseparables, íbamos juntos a todos lados, le costó mucho darme el primer beso, él estaba acostumbrado a que eran las chicas las que daban ese paso, pues bien a mí me habían enseñado lo contrario.
Cuando se terminaron las vacaciones ya hicimos planes, él no vivía en la misma ciudad que yo, tampoco estábamos muy lejos, a unos 25 km, nos hicimos novios, mi familia lo veía tímido, prudente, poco hablador, inteligente, trabajador y muy buen chico. Yo notaba también todo eso, sobre todo cuando estábamos con más gente, con el tiempo, a raíz de estar conmigo fue abriéndose mas con la gente, más sociable, no sé cómo explicarme, fue como si se le hubiesen pegado cosas de mí, de mi forma de ser, de relacionarme, aunque yo era una persona tímida y vergonzosa.
Su familia era un poco peculiar o rara, así lo veía yo en aquella época, tiene 3 hermanos, 2 chicos y una chica, mi marido es el mayor, le sigue la chica, después otro chico y el pequeño que lo conocí con 5 años, el chico mediano me parecía muy raro, callado, salía poco, siempre con el ordenador, muy inteligente, pocos amigos, con un humor peculiar, igual que el de mi suegro y mi marido, no hablaba mucho, pero cuando lo hacía…, el pequeño un niño también muy inteligente, mucha memoria y un lenguaje no correspondiente a su edad, maniático en según qué. Mi suegra que en paz descanse, muy nerviosa, habladora, se notaba que no le hacían mucho caso en su casa, alguna vez de ir a comer a su casa y poner la comida en la mesa y decir que esta indispuesta e irse a acostar, nadie hacerle caso, yo sentirme violenta, como si para ellos fuera algo habitual, no mostrando preocupación ninguna, si preguntaba algo era como un tabú. El pequeño fue creciendo, en la etapa de adolescente mostró violencia contra la madre, fue diagnosticado de esquizofrenia, con medicación.
Siempre he creído que ha estado mal diagnosticado y mal medicado, que es asperger.
Al cabo de 6 años de casados, nació nuestro primer hijo a los 8 meses de gestación, fue por cesárea ya que no tenía contracciones y había roto aguas, no sabíamos el sexo hasta que nació, en todo el embarazo no se dejó ver, pero dentro de mí siempre supe que era un niño, con la niña no me pasó. Nació pequeñito, pero en poco tiempo pegó un gran estirón y se puso muy hermoso, siempre ha aparentado más edad, usaba dos tallas más, en el carrito casi no cabía, no por gordo, si no por grandote, empezó a andar a los 15 meses, muy torpón, con 2 años fue a la guardería y al poco tiempo nos llamaron, que el niño machacaba a los otros niños, que si la torpeza que tenía, etc., en fin que nos dijeron que lo lleváramos al CDIAP (Centro de Desarrollo Infantil y Atención Precoz) porque veían en el niño las profesoras actitudes y acciones que no eran como los otros niños. Nosotros al principio reaccionamos mal con las profesoras, siendo nuestro primer hijo no veíamos nada anormal o diferente, a parte de su torpeza. Fuimos donde nos dijeron y empezaron a observarlo, como iba evolucionando, etc. Realmente nos dimos cuenta que al niño le pasaba algo, fue cuando nació nuestra hija, él tenía 3 añitos y yo estaba en el hospital, mi marido estaba con el niño en casa y no sé qué hizo que le desmonto la habitación, al niño le dio un sincope, nunca se había puesto así, mi marido tuvo que poner todo en su sitio, tal como estaba para que se tranquilizara. También vi como había diferencias de la niña con él a medida que iba creciendo.
Empezó P3 en la escuela y revolucionaba la clase, para que cambiara el chip se lo llevaba el director a la clase de los más grades para que se tranquilizara, en fin que ese curso fue una cruz para la profesora. A los cuatro años empezamos a medicarlo porque tenía hiperactividad y déficit de atención, tomaba una pastilla a primera hora y otra cuando volvía de la escuela al mediodía, se notó mucha mejora, atendía y estaba más concentrado, lo malo era el efecto rebote cuando se le pasaba el efecto de la pastilla, todo lo que había acumulado salía de golpe, más adelante salió un nuevo fármaco que se administra una pastilla al día, ya lleva años tomándola, espero que algún día deje de tomarla, por el momento debido a los estudios no nos lo aconsejan.
Fueron unos años duros, de mucha paciencia, terapia, estudios, etc. Mucha gente no se da cuenta que es asperger, es leve a mi entender y por lo que he podido apreciar. No tengo ninguna duda de que es genético y es por la parte de mi marido, creo que él también lo es, que mi suegro lo es y mis cuñados también. Haciendo memoria mi hijo me recordaba de más pequeño a mi cuñado cuando lo conocí con 5 años.
Alguna vez le he insinuado a mi marido que si es asperger y no, dice que él no lo es, pero tiene muchos puntos en común con mi hijo, se parece mucho, y ahora con la edad no sé si se acentúan más o que, o es que está depresivo, que tampoco quiere aceptarlo, ni quiere ir a ningún sitio, la verdad que no estamos pasando por un buen momento como pareja, desde hace tiempo, pero cada vez que intento hablar con él se cierra en banda, en su mundo, que no lo presione me dice, que no tiene respuestas a lo que le ocurre, que es culpa suya, que igual tiene que estar solo. Nunca ha sido una persona muy cariñosa, pero bueno tampoco me podía quejar, pero es que ha llegado al punto de que somos como extraños compartiendo techo, no hay comunicación, no compartimos casi nada, hace tiempo si que compartiamos aficiones, pero él se ha ido apartando de todo, no puedo ni hablar de nuestra intimidad y lo que nos pasa, se agobia, se pone nervioso y siempre está a la defensiva conmigo, me puede ver llorando y como si no viera nada, antes no era así, también es más asocial, hasta con su familia. No sé si es que tiene una depresión y no quiere aceptar la posibilidad de que sea asperger, o se siente culpable por que nuestro hijo lo sea, yo no quiero que vaya al médico y lo diagnostiquen, sería absurdo, yo lo he conocido así, pero si él se aceptara quizás las cosas irían mejor, o que pidiera ayuda, incluso le he dicho de ir a terapia de pareja, ni hablar, no quiere. Le preguntas que ocurre, si es que ya no siente lo mismo por mí que yo por él, y no sabe, no contesta, se queda mirando al infinito, callado. Las respuestas que me da es que las circunstancias nos han llevado aquí.
El año pasado en vacaciones se fue cuatro días solo, con la excusa de un curso, me dijo que eran dos días, pero averigüe en realidad que era uno, solo el sábado por la mañana, él se marchaba en miércoles, le di la oportunidad de que me dijera la verdad, y el que el curso era el viernes y el sábado, cuando le dije que me mentía, que solo era el sábado reacciono como un niño pequeño, se puso muy nervioso y diciendo enfadado que él se iba, que haría ese viaje, yo le respondí que no le iba a privar de ello, pero que si me hubiese dicho que necesitaba estar unos días solo, que lo hubiese entendido, pero que me había mentido y eso me dolía. Estando allí me dijo que ya me explicaría cuando regresara lo que le pasaba, pues bien aún estoy esperando, y si le preguntas te dice que eso no me lo había dicho. Sé que no hay una tercera persona, pero estoy desesperada con esta historia y la que va ir al psicólogo soy yo, hasta ahora no me ha hecho falta, pero el cambio que ha hecho mi marido en casi dos años me preocupa mucho, me siento como si yo fuera algo malo para él, me evita, cuando intento hablar con él, acabamos discutiendo y él le invade una rabia, al menos es como lo siento yo, siempre está a la defensiva y girando la tortilla, es un especialista en eso, que todo recaiga sobre mi tejado, no se da cuenta, porque luego dice que no, que la culpa es de él, etc. Y sigo sin saber que le pasa, es inútil que hable, cuanto más lo hago, más se cierra en su mundo, más me ignora y si me da un beso al día, ya es mucho.
Perdonad que me haya extendido tanto y me dejo cosas. Gracias por leerme y si alguno puede darme algun consejo o darme su punto de vista lo agradecería.