Tras dos años sin verlo, hoy me encuentro con una persona que no es de mi agrado. Una persona que después de irme del primer instituto, seguía diciendo a gente que me conocía, que me dejasen de hablar y que me siguiesen fastidiando la vida. Una persona, que fue la principal causa de que empezara a decirme a mí mismo "Aquí algo está fallando" (lo que desencadenó el dx. con SA), y una persona que se metía conmigo siempre y a todas horas.
Pues dos años después, venía el con otra persona. Estaba totalmente cambiado, más alto, tenía el pelo corto, una voz diferente, y yo veo una persona que me viene a dar la mano, y yo se la dí, pensando que era otra persona, pero me empiezo a fijar, que hay algo que no va bien, y me digo yo, ¿quién narices es este tío?, cuando me doy cuenta que era él, el tío que más daño me hizo durante mi adolescencia . Me hizo una pregunta sobre el selectivo, a la que yo respondí cortantemente, ya que me acababa de dar cuenta de que era él. Después me estuve rallando la cabeza bastante, ya que esto se nota de lejos que era una provocación a toda costa, ya que no es lógico que una persona que intenta hacerte daño te venga a saludar.
Por último se lo conté a mi madre, y me empezó a rallar de que si, a lo mejor está arrepentido, que si a lo mejor no lo supe entender e iba en plan vacilón, que no puedo tener rencor... Yo no tengo rencor, pero que venga alguien así, es una provocación en toda regla.
Pues dos años después, venía el con otra persona. Estaba totalmente cambiado, más alto, tenía el pelo corto, una voz diferente, y yo veo una persona que me viene a dar la mano, y yo se la dí, pensando que era otra persona, pero me empiezo a fijar, que hay algo que no va bien, y me digo yo, ¿quién narices es este tío?, cuando me doy cuenta que era él, el tío que más daño me hizo durante mi adolescencia . Me hizo una pregunta sobre el selectivo, a la que yo respondí cortantemente, ya que me acababa de dar cuenta de que era él. Después me estuve rallando la cabeza bastante, ya que esto se nota de lejos que era una provocación a toda costa, ya que no es lógico que una persona que intenta hacerte daño te venga a saludar.
Por último se lo conté a mi madre, y me empezó a rallar de que si, a lo mejor está arrepentido, que si a lo mejor no lo supe entender e iba en plan vacilón, que no puedo tener rencor... Yo no tengo rencor, pero que venga alguien así, es una provocación en toda regla.